sábado, 26 de marzo de 2011

Los días nocturnos

He pensado en regalarte
las horas de mis días
nocturnos,
todas las caras de sus lunas,
sus lluvias, sus tormentas,
el calor de sus sábanas,
la piel de sus besos
y el alma de sus sombras.

Te cedo mis madrugadas
el frío desnudo de mi espalda
mi pelo revuelto sobre la almohada
y el aliento posado en tu nuca.

Todo eso
tan sólo
por tu presencia,
algunos mimos
y la certeza de que estarás
siempre ahí,
donde espero encontrarte.

No hay comentarios: