Se propuso dejarlo marchar
aún cuando tenía tantas promesas que hacerle
y se guardó las intenciones
en un pañuelo de bolsillo.
Cada día lo apretaba en las manos
exprimiéndole la memoria del tacto
de sus últimas sonrisas.
Nunca supo qué hacer
con tantas lágrimas.
Este blog es uno de esos que se escriben en hojas de libreta arrancadas, en los dorsos de las facturas, en las esquinas de las servilletas. Es un cajón lleno de letras desparejadas que uno no sabe dónde guardar. Una bolsa de pensamientos olvidada en el fondo del armario. Gracias por el espacio.
viernes, 20 de enero de 2012
domingo, 1 de enero de 2012
Palabras
Me pediste tus versos
mis pequeños retales de alma
mis crónicas nocturnas
mis pensamientos
y aquí
te dejo palabras
envueltas en papel de regalo
teñidas de sentidos inciertos
absurdas a veces
incompletas
con tu nombre
grabado en el dorso.
Asumo el riesgo
del desastre
la incomprensión
la risa y la ironía a cambio
de optar a una sonrisa y
quizás un beso.
Con la esperanza de que ni hoy
ni mañana
pero sí, algún día
te tropieces de nuevo con ellos
y me recuerdes
como siempre
empapada de lluvia.
mis pequeños retales de alma
mis crónicas nocturnas
mis pensamientos
y aquí
te dejo palabras
envueltas en papel de regalo
teñidas de sentidos inciertos
absurdas a veces
incompletas
con tu nombre
grabado en el dorso.
Asumo el riesgo
del desastre
la incomprensión
la risa y la ironía a cambio
de optar a una sonrisa y
quizás un beso.
Con la esperanza de que ni hoy
ni mañana
pero sí, algún día
te tropieces de nuevo con ellos
y me recuerdes
como siempre
empapada de lluvia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)