La isla. Hoy, un viernes cualquiera. Suena una musica al fondo y la cabeza se balancea sin querer. La tarde aprieta y el asfalto, la arena, el agua están plagados de gente. Una brisa de aire me mueve el flequillo. Miro el ordenador. Miro la ventana. Azul, blanco, blanco, azul. Y el sol brilla. Y rebota en las paredes, persigue las sombras. Mientras, el vaso que tengo junto al teclado suda burbujas de limón. Mejor no salir de casa hasta las seis. Hace demasiado verano.
Este blog es uno de esos que se escriben en hojas de libreta arrancadas, en los dorsos de las facturas, en las esquinas de las servilletas. Es un cajón lleno de letras desparejadas que uno no sabe dónde guardar. Una bolsa de pensamientos olvidada en el fondo del armario. Gracias por el espacio.
viernes, 8 de julio de 2011
Too much
sábado, 26 de marzo de 2011
Apuntes
Algunas de mis frases favoritas de Rayuela de Julio Cortázar.
"Y en tu mano se armó una catástrofe de relámpagos fríos y nubes negras (...) y nos reíamos como locos (...)"
"La gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico"
"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"
"Por todos lados habrá lámparas, habrá hojas que no veré"
"Me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario cerrar los ojos"
"El genio es elegirse genial y acertar".
Los días nocturnos
He pensado en regalarte
las horas de mis días
nocturnos,
todas las caras de sus lunas,
sus lluvias, sus tormentas,
el calor de sus sábanas,
la piel de sus besos
y el alma de sus sombras.
Te cedo mis madrugadas
el frío desnudo de mi espalda
mi pelo revuelto sobre la almohada
y el aliento posado en tu nuca.
Todo eso
tan sólo
por tu presencia,
algunos mimos
y la certeza de que estarás
siempre ahí,
donde espero encontrarte.
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