viernes, 8 de julio de 2011

Too much

La isla. Hoy, un viernes cualquiera. Suena una musica al fondo y la cabeza se balancea sin querer. La tarde aprieta y el asfalto, la arena, el agua están plagados de gente. Una brisa de aire me mueve el flequillo. Miro el ordenador. Miro la ventana. Azul, blanco, blanco, azul. Y el sol brilla. Y rebota en las paredes, persigue las sombras. Mientras, el vaso que tengo junto al teclado suda burbujas de limón. Mejor no salir de casa hasta las seis. Hace demasiado verano.